El interés compuesto - un fenómeno que debería interesarnos a todos - puede sonar un concepto complicado para enseñarle a nuestros hijos, ¡incluso puede ser difícil de entender para muchos adultos! Pero no tiene por qué ser complicado si nos centramos en lo verdaderamente importante: enseñarles a los niños cómo el tiempo afecta el valor del dinero.
Interés compuesto para niños
Ahora te preguntarás, ¿por qué debería enseñarle a mis hijos el interés compuesto? Fácil. Enséñale a tu hijo estos conceptos y no luchará por administrar su dinero cuando sea adulto. ¿Por qué no empezar mostrándoles el poder del interés compuesto y prepararlos para un futuro de seguridad financiera?
¿Cómo gana poder el interés compuesto? ¡Con tiempo! ¿y qué tienen los niños? ¡mucho tiempo! Comenzar temprano ayudará a tus hijos a aprovechar la ventaja del tiempo en el interés compuesto para que en el futuro tengan una buena Salud Financiera que les proporcione la libertad de vivir sin estrés y ansiedad, ¿quién no quiere darle eso a sus hijos? ¿A quién no le hubiera gustado saberlo desde pequeño?
Ahora bien, entrando en materia, estas son algunas cosas que tomar en cuenta al enseñar interés compuesto a los niños:
Recalcar el valor de ahorrar sobre gastar
Cuando los niños son más pequeños no suelen entender que no hay un suministro interminable de dinero para gastar. Antes de que el interés compuesto entre en escena, enséñales el beneficio de ahorrar dinero en lugar de gastarlo, como muchas otras cosas que pasan en casa esto lo van a ver en nuestro propio ejemplo como padres.
Sobre los cuatro años ya puedes introducir conceptos para enseñarles la disciplina de ahorrar el dinero en lugar de gastarlo (por ejemplo, así). Si siempre gastas tu dinero no te queda nada, pero si aprendes a ahorrar puedes ganar más haciendo que tu dinero trabaje para tí. La lección importante aquí es que la moderación es igual a la recompensa.
Hacerlo divertido
¿Cuándo deberíamos empezar a enseñarle a nuestros hijos la magia del interés compuesto?
Probablemente una vez que están en la escuela primaria y están familiarizados con la idea de ganar y ahorrar dinero. Una vez que sean un poco mayores (edad preadolescente) abrirles una cuenta de ahorros es la forma perfecta para mostrarles el poder del interés compuesto.
Cambiará la forma en que introduzcas el concepto según la edad. Por ejemplo, podrías decirle a su hijo o hija de preescolar hasta escuela primaria que cuando deposita dinero en el banco, los intereses son dinero extra que el banco te paga como premio. Ya que son adolescentes pueden entender una explicación más detallada, es decir, cuando deposita dinero, el banco lo pone a trabajar prestando el mismo. El interés que luego recibes es una parte de esas ganancias.
El juego de las chuches
Este es un juego simple y divertido para empezar a introducir el concepto del interés compuesto. Se puede hacer con otro tipo de incentivo.
Este juego se trata simplemente de darle a un niño pequeño un solo caramelo. Desafía a tu hijo a que no se lo coma y que en lugar de eso, lo guarde 10 minutos. Si logra no comérselo, obtiene otro. Si a los próximos 10 minutos no se come ninguno de los dos, agrega dos más. Si logra retrasar comerse la chuchería y enfocarse en que en el futuro tendrá más, al final de los 20 minutos tendrá 4 chuches.
Al final del juego explica que así es como funciona el interés compuesto y que ahorrar tiene sus beneficios. Dejas tu dinero sin usar a cambio de ganar más dinero. Así como esas chuches se sumaron, lo mismo pasará con su dinero.
Estas son sólo algunas ideas de cómo podemos empezar a introducir el concepto del interés compuesto a niños de todas las edades. Lo ideal es que tomes las técnicas que te funcionen y lo adecues a tu situación, lo importante es transmitir y reforzar el mensaje empezando cuanto antes.
